22 de marzo del 2025 - HAWA Salud Integral
La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o incertidumbre. Sin embargo, cuando se vuelve persistente e interfiere en nuestra vida diaria, es fundamental aprender a gestionarla de manera efectiva. Afortunadamente, existen estrategias basadas en la ciencia que pueden ayudarnos a recuperar el equilibrio emocional y mejorar nuestra calidad de vida.
En este artículo, exploraremos cinco acciones clave para reducir la ansiedad y su impacto en nuestro bienestar:
✅ Hacer una cosa a la vez para evitar la sobrecarga mental.
✅ Tomar pausas entre actividades para mantener la energía y el enfoque.
✅ Practicar la meditación para fortalecer la regulación emocional.
✅ Aprender a ceder el control y aceptar lo que no podemos cambiar.
✅ Centrarse en el presente para disminuir la rumiación y la preocupación constante.
Cada una de estas estrategias tiene un efecto tanto fisiológico como conductual, ayudando a nuestro cuerpo a regular los niveles de estrés y fomentando hábitos que nos permiten afrontar la vida con mayor tranquilidad. A lo largo de esta guía, te explicaremos cómo aplicarlas correctamente y los beneficios que pueden aportar a tu bienestar mental.
1. Trata de hacer una cosa a la vez
Reduce la activación del sistema nervioso simpático, que se activa con el estrés y la ansiedad. Disminuye la producción de cortisol (hormona del estrés) y favorece la respuesta parasimpática, lo que ayuda a regular la frecuencia cardiaca y la respiración.
Mejora la capacidad de concentración y la productividad. Reduce la sensación de sobrecarga mental y evita la procrastinación causada por la multitarea, lo que genera mayor sensación de control y bienestar.
2. Toma pausas al cambiar de actividad
Permite que el cerebro recupere recursos cognitivos, disminuyendo la fatiga mental y reduciendo la tensión muscular acumulada. También ayuda a regular la presión arterial y mejorar la oxigenación del cerebro.
Fomenta una mejor gestión del tiempo y reduce la impulsividad al enfrentar tareas estresantes. Las pausas estratégicas previenen el agotamiento y aumentan la eficiencia en la resolución de problemas.
3. Practica la meditación
La meditación activa el sistema parasimpático, reduciendo la liberación de adrenalina y cortisol. También modula la actividad de la amígdala (centro del miedo y la ansiedad en el cerebro) y fortalece la corteza prefrontal, asociada con la regulación emocional.
Aumenta la tolerancia a la frustración y la resiliencia frente a situaciones estresantes. Favorece una actitud más reflexiva en lugar de reactiva, lo que mejora la toma de decisiones y la estabilidad emocional.
4. Cede el control
Disminuye la hiperactivación del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, lo que reduce la liberación excesiva de hormonas del estrés. También ayuda a relajar el sistema nervioso y mejora el sueño.
Fomenta la flexibilidad cognitiva, ayudando a las personas a adaptarse mejor a situaciones inesperadas. Disminuye la rumiación mental y la frustración al enfrentar circunstancias fuera de su control.
5. Céntrate en el presente
Reduce la actividad de la red neuronal por defecto (responsable de pensamientos repetitivos y preocupaciones) y fortalece las conexiones neuronales relacionadas con la atención y la regulación emocional.
Ayuda a disminuir la ansiedad anticipatoria y el arrepentimiento por el pasado. Fomenta una actitud de aceptación y gratitud, lo que contribuye a un mayor bienestar subjetivo y una mejor calidad de vida.
Existen técnicas, herramientas y orientación para poder ejecutar cada acción de una forma más eficiente, si necesitas orientación para poder realizarlas, no dudes en contactarnos. Estamos aquí para eso.
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